Esta mañana al parecer madrugue mas de lo acostumbrado, Salí mas temprano de casa, y todo a mi alrededor se me hacia diferente, todo parecía como si fuese un sueño, también se me hizo extraño que en el bus en que me monte solamente era yo el pasajero, las calles seguían solitarias, pero al parecer era porque todavía estaba muy de madrugada. Cuando llegue al centro, ya había amanecido, y ya no me veía tan solo. Ya había mas gente a mi alrededor. Me bajo del bus, hago un leve recorrido hasta llegar al cruce de la avenida. Al llegar al cruce espero un momento, hasta que el semáforo peatonal se ponga en verde para poder cruzar. Saco de mi bolsillo un billete de $ 10.000, para pagar el pasaje del otro bus que al parecer según mi programación debo coger. Miro a mi derecha y veo una anciana, a la cual le es difícil cruzar la calle, la tomo de mi mano y la ayudo a cruzar la calle, al llegar al otro extremo, la anciana me agarra de la mano en la cual tengo mi billete, y comienza a gritar, ¡auxilio! Este hombre me quiere robar, ¡este desgraciado me quito mi billete!, yo me sorprendo, y veo que la gente comienza a mirarme con cara de desprecio, la señora sigue gritando pidiendo ayuda de mi. Y le digo señora cálmese, ese billete es mío, vieja loca, de repente un policía me detiene, e impide mi marcha, escucho que me dicen ladrón, otros me dicen aprovechado, y dentro de mi pienso, “hubiera sido mejor no haber ayudado a esa vieja loca”. Después el policía se ensaña contra mi, y me quita el billete que tenia destinado para pagar el otro bus, que ni siquiera se cual es. Me colocan unas esposas, y me desespero cada vez más y más, sierro mis ojos, y de repente suena un reloj despertador. Vuelvo abrir los ojos, y veo que aun continúo en mi cama, veo que todavía es oscuro afuera, y jamás he salido de mi casa.
lunes, 10 de noviembre de 2008
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