sábado, 6 de septiembre de 2008

Transcurrir

A veces hay días tan estresantes en lo que me quisiera desaparecer y olvidarme de todo. Desde que me levanto me siento pesado. Haciendo que sea difícil alzarme de la cama, y luego entrar a la ducha. Y seguir con lo rutinario de todos los días. Como: madrugar a clase, hacer trabajos, ir a la oficina. Montar en el metro aguantando toda clase de gente, en fin toda clase de cosas que hacen una vida rutinaria y aburridora, donde uno no siente respiro alguno y se siente como si algo le faltara para estar completos. Pero también hay días en los que somos felices casi que por completo. Donde estamos con alguien que nos gusta, compartimos en familia, y hacemos cosas totalmente diferentes a las que hacemos a diario. Y aunque dejemos a un lado la rutina jamás estamos cien por ciento felices. Y sentimos que aun nos falta algo , pero no se sabe que, es como una sensación de incompleta y de búsqueda de algo maravilloso que nos haga sentir completos…

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